Infraestructura y agua son los retos y limitantes del Canal del futuro

Infraestructura y agua son los retos y limitantes del Canal del futuro

 

Infraestructura y agua son los retos
y limitantes del Canal del futuro

El Canal de Panamá enfrenta nuevas limitantes y retos en materia
de infraestructura y disponibilidad de agua que requieren decisiones importantes y apremiantes que
deben tomar, tanto del Ejecutivo como de la Autoridad
del Canal de Panamá (ACP)
bajo la coyuntura de un año e le c t o r a l . El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte ‘Cátín» Vásquez, dibujó un panorama de urgente atención ante las necesidades del mercado
internacional en materia de infraestructura. En este contexto indicó que un 20% de la
flota ordenada para transporte de carga no cumple con las especificaciones de las
esclusas neo Panamax, es decir, excede el tamaño del
tercer juego de esclusas que inició operaciones tan solo
hace una década. Este porcentaje representa
el 47% de la capacidad de portacontenedores que se va
a desplazar desde ahora hasta el 2030, y ACP debe encontrar soluciones para seguir siendo una ruta relevante y confiable en el servicio de transporte internacional. ¿Preocupa esto al administrador Ricaurte Vásquez? Sí,
pero no parece quitarle el  sueño. Estima que la constante comunicación que mantiene con sus clientes y
hay acciones que se detallan más adelante, mantendrán a
la ruta presente en la mente de los clientes. En esa permanente consulta, esperan
en febrero próximo un detalle de las inquietudes de los clientes con el propósito de
incluirlas en futuros proyectos. Otro factor es que el Canal
está rayando su máxima capacidad . Si tomamos los precios
considerando que el resto de los factores, como el agua, no
tendrán problemas, el ingreso tope de la vía sería de
$5,700 millones anuales. Este año el presupuesto está alcanzando el límite con
$4,900 millones. Sin embargo, los fenómenos climáticos ya ponen a
prueba a la vía y a los ingresos que recibe el Estado de ésta. El próximo año el Estado recibirá entre $200 y $300 millones menos dela ACP debido a las restricciones de calado y el número máximo tránsito, entre 30 y 32 buques al
día en lugar de 36 a 38 naves
que transitan en condiciones normales de agua.
A pesar de lo anterior, la idea de un cuarto juego de esclusas no está en el contemplado por dos razones: el
costo, que superaría los $10 mil millones y la disponibilidad de agua. En este último
punto hay varios apuntes a resaltar. El consumo de agua
potable de la ciudad de Panamá y la operación del Canal se alimentan de la misma
fuente. La Junta Directiva del Canal aún discute qué proyectos pueden ser viables
para presentar al Ejecutivo y cómo amortiguar el tema del agua. Uno de ellos, cuyos estudios de viabilidad y costo se han divulgado parcialmente, es la posibilidad de construir
un reservorio de agua en el área de Río Trinidad, para suplir al Canal y así bajar la presión al lago Alajuela ya agotado para su expansión.   El tema del agua parece más complicado. Algo impredecible es cuándo va a
faltar, y la limitación de agua dulce con la que funciona la  vía en comparación a otras rutas, ya afecta su operación.
El administrador del Canal, Ricaurte ‘Cat í n ’ Vásquez anunció que la vía operará con restricción de calado
hasta septiembre de 2024.

 

Corredor terrestre

Para enfrentar la situación,
el Canal realiza algunas acciones. La primera idea es
presentar al Ejecutivo una
oferta para adquirir las tierras
inmediatas a la Cuenca hidrográfica ubicada entre Cocolí y Río Trinidad que conforman la parte de la rivera
Oeste. Con esto busca tener
el control de la propiedad para desarrollar nuevos proyectos. Como un corredor
terrestre. El Canal del futuro tiene una premisa imprescindible: “Cualquier versión
de infraestructura tendrá como primera consideración la
mínima utilización de agua”,
aseguró Catín.

Objetivos 

Las tierras en mención tienen dos objetivos, el primero
emplearlas como un corredor biológico de protección
para garantizar las fuentes
hídricas. La segunda es crear
un corredor terrestre bajo tutela exclusiva del Canal y
convertirlo en un proveedor
logístico que complemente
la operación de la vía interoce á n ic a .
Pero, y ahí viene el gran pero de este tema, que consiste
en saber si el gobierno estará
dispuesto a someter a discusión una modificación a la ley
Orgánica del Canal para poder extender el dominio territorial de la vía. De igual forma, la discusión a la ley permitirá definir quién va hacerse cargo de la construcción y
financiamiento de la nueva
fuente de agua que se presumiblemente estará ubicada
en río Indio, la zona que
aconsejó el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos
que realizó un amplio estudio
hídrico. La opción por sí sola,
la del reservorio, no resuelve
el problema. Pero independientemente de qué otras alternativas complementen la
estrategia, el Ejecutivo deberá tomar una decisión integral al respecto en un año
complicado en el que la
Asamblea Nacional se
apresta a discutirun contrato
minero que ya presenta cierta resistencia de sectores
a m bie nt a l i s t a s .
El agua es un tema nacional,
que requiere también de una
modernización del Instituto
de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN),
que implica un costo justo
por el consumo y la reparación de acueductos por donde se fuga aproximadamente
del 30% al 40% del agua pot a ble .
Concurrentemente la Junta
directiva del Canal delibera
sobre varias opciones para
proponer un paquete completo al Ejecutivo en una
multiplicidad de asuntos.
Una vez que sus miembros
arriben a buen puerto, presentarán las recomendaciones al Ejecutivo para definir
la estrategia. Lo ideal es trazar la hoja de ruta en tiempos
y montos de inversión, aún
en estudio.
La decisión debe hacerse lo
antes posible, o en un tiempo
en el que los clientes vean señales claras de que Panamá
se ocupa del tema y puedan
apostar a la confiabilidad de
la ruta con nuevas estrategias
para satisfacer las necesidades de la carga mundial.
Solo la semana pasada el
Canal experimentó la necesidad de movilizar carga vía
terrestre del buque más
grande que ha usado la vía
para pasar de un océano a
otro. Procedía de Taiwán
rumbo a Estados Unidos con
17 mil contenedores, menos
carga de la que tenía capacidad debido a las restricciones
de calado que rigen actualmente. Pero además, tuvo
que descargar contenedores
en el Pacífico, transitarlos por
tierra a Colón, hacer el tránsito liviano y luego recargar los
contenedores en el Atlántico
para continuar su ruta hacia
Sabana, Georgia. El buque
pagó $1.5 millones al Canal.
La reciente experiencia del
buque de Evergreen fue un
campanazo sobre las medidas urgentes que debe desarrollar la vía para mantener
su competitividad.
En el tema hídrico hay dos
vertientes, la cantidad y la calidad del agua. La primera está dictada por la lluvia. La segunda se mide según la cantidad de agua de lluvia y la
cantidad de tránsitos. Cada
vez quese abrela compuerta
que da al mar, se mezcla con
agua salada que entra al sistema.
Esto va a requerir de mediciones precisas a través de
sensores a lo largo del lago
capaces de medir el nivel de
intromisión de agua salada.
Este nivel de agua salada se
debe mantener en ciertos
rangos ya que las plantas potabilizadoras no tienen la capacidad de desalinización. La
operación sin lluvia eleva la
concentración de agua salada en el lago. Como consecuencia exige calibrar y monitorear hora por hora para
administrar la calidad de
agua. Un reto distinto, ya no
se trata de una intromisión de
agua salada promedio, sino
de un análisis granular para
saber la cantidad de agua salada en cada toma.

Relevo y educación

Aproximadamente dos mil
colaboradores del Canal requieren reemplazos. Estos
nuevos funcionarios deberán ser más analíticos con la
data que recibirá el Canal de
los centros meteorológicos
más importantes del mundo.

El problema es que la educación panameña no cuenta
con el curriculum para formar a estas personas, así que
el Canal tendrá que formarlos. Otra muestra de la desconexión del sistema educativo con las necesidades del
mercado laboral.
Se proyecta hacer una inversión importante en un
centro de control de operaciones totalmente nuevo
comparable con centros similares internacionales
donde se pueda monitorear
con detalle todos los elementos de la operación, el capitán
que lleva el remolcador, la
cuadrilla pasa cable, incluyendo las pantallas meteorológicas que dictarán cuando se debe interrumpir el tráfico por alguna situación.

Fuente: Redacción La Estrella

 

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