Las áreas críticas se encuentran en el Atlántico, cerca del rompe olas de la entrada del Canal, también existen algunos barcos en el fondeadero de Balboa.
Wilfredo Jordán S./La Prensa
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Esqueletos de acero de buques hundidos o abandonados se esconden bajo el agua en áreas próximas a los puertos del Atlántico y Pacífico panameño, constituyéndose en un problema para la navegación y las operaciones marítimas.
Las áreas más críticas se encuentran en el lado Atlántico, cerca del rompe olas de la entrada del Canal, pero también existen algunos barcos hundidos en el fondeadero de Balboa, cerca de isla Taboga.
Lo más preocupante es que no existe régimen aplicable, planteó el jurista Guillermo Márquez Amado, porque la regulación que existía en el libro segundo del Código de Comercio se derogó a través de la Ley 56 de 2008.
En una exposición sobre este tema la semana pasada en la conferencia anual marítima, Márquez Amado dijo que se trata de los artículos 1470 al 1501, que se referían a la recuperación de objetos de naufragio y que se eliminaron.
Con la regulación se permitía que se adelantaran operaciones de rescate y como la embarcación no tenía a nadie que respondiera, se podía pedir el rescate para que se rematara la nave.
Como nación marítima, Panamá no debiera sustraerse de la responsabilidad de establecer con la mayor claridad de criterio cuál es el régimen a que están sujetas ese tipo de embarcaciones, añadió Márquez Amado.
Además, se debe definir que prerrogativas tiene la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), cómo se puede remover la embarcación cuando constituye un peligro para la navegación y cuándo puede la AMP incurrir en el gasto aunque sea pérdida, entre otros puntos.
Entre algunas de las medidas que se sugieren, se debe hacer un levantamiento submarino o mapeo para conocer cuántas embarcaciones hay bajo el agua.
Por su lado, el exsecretario de la AMP Carlos González De La Lastra añadió que se trata de un tema legal, porque el dueño del buque no pierde la propiedad aunque esté hundido.
Rommel Troetsch, expresidente de la Cámara Marítima de Panamá, explicó que la zona que hoy ocupan esos barcos hundidos en el rompeolas de Colón se puede utilizar para otros propósitos de la industria marítima. “ Se podría aumentar el servicio de suministro de combustible a las embarcaciones”, indicó.
El desguace de naves es una de las actividades que podría desarrollar Panamá, como se hace en otros países.