«El sector industrial sigue perdiendo relevancia en la economía panameña, entre otros factores por la desaceleración económica que afecta las cifras desde hace tres o cuatro años».
Michael Morales, presidente del Sindicato de Industriales de Panamá (SIP), dijo que aunque pensaban que los números de la industria mejorarían para el primer trimestre de 2018, “las cifras son desalentadoras”.
En 2017, según el presidente del SIP, la industria manufacturera creció 2.2%, además, la participación de este sector en la economía panameña fue de 5.2%.
Lograron, además, el año pasado recuperar la empleomanía, quedando en 131,000 trabajos, lo que representa el 7% de la población activa trabajadora, luego de haber perdido entre 2015 y 2016 al menos 6,000 empleos.
Hoy en día, la industria manufacturera es el quinto empleador más importante en el país. Antes era el cuarto”.
La expectativa se centraba a que este año las cifras mejorarían, sin embargo, algunos sectores de la economía han tenido un descenso en su actividad como el comercio, la construcción y la logística.
En el primer trimestre de 2018 la industria manufacturera solo creció un 0.9%, lo que no representa un buen desempeño si se compara con el 3% que creció en el mismo periodo de 2017.
Morales detalló que sectores como la fabricación de cemento, cal y yeso representó un descenso del 6.2%.
La producción de concreto premezclado registró una baja de 7.4%, igual se dio una disminución del 7% a 8% de bebidas no alcohólicas y 5% en alcohol etílico.
La producción del seco y otras bebidas alcohólicas disminuyó alrededor del 15%, explicó Morales durante una reunión con la membresía del SIP para explicarles junto con autoridades del Ministerio de Comercio e Industrias las bondades de la ley de fomento industrial.
A estas cifras no se les ha sumado los efectos de la huelga de trabajadores que se extendió de abril a mayo, por lo que según las proyecciones del SIP, los números podrían empeorar para el segundo trimestre de 2018.
Como conocemos el sector manufacturero de Panamá en casi un 50% gira entorno a alimentos y bebidas”.
Michael Morales-Presidente del SIP
En ese sentido, Morales dijo que cuando se ven descensos de ese tipo se afecta el Producto Interno Bruto (PIB) de la industria manufacturera de manera importante.
Acciones
Ante esta realidad, Morales recomendó a las empresas que migren a la Ley 25 de Fomento Industrial, que a su criterio, es la mejor de Centroamérica, debido a los incentivos que se le otorgan a quienes aplican para sus beneficios.
La ley 25 es un primer paso en este proyecto de recuperar la industria nacional y colocar el sector productivo como una de las prioridades de Estado”.
Michael Morales-Presidente del SIP
Morales recordó que Panamá es un país más grande y con más recursos que Singapur, cuya industria manufacturera representa el 20% del PIB, por lo que considera que las cifras pueden mejorar e hizo un llamado a los empresarios para que inviertan más.
Por su parte, el viceministro de Comercio Interior, Eduardo Palacios, dijo que la ley de fomento industrial busca dinamizar la industria para que Panamá vuelva a ser un país industrializado como lo era hace unos años.
Beneficios
Se crea el Programa Nacional de Competitividad Industrial, para diseñar y ejecutar planes que favorezcan el desarrollo del sector y la promoción de las exportaciones panameñas.
Se crea un Registro de la Industria Nacional para la generación de estadísticas que permitirán la obtención de indicadores de desempeño para evaluar el crecimiento del sector.
También se incrementa el Certificado de Fomento Industrial (CFI). De 25% y 35% pasa a 40%.
El CFI es un crédito fiscal por el cual se reconoce el 40% de la inversión en Investigación y Desarrollo, incremento de capacidad productiva, capacitación de personal, inversión y reinversión, sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad y de gestión medioambiental y el incremento del empleo asociado a la producción.
Se plantea agilizar la emisión CFI a menos de 90 días calendarios.
Otros incentivos
Entre otros incentivos que se establecieron en esta nueva ley de fomento industrial se incluye un beneficio del 3% como impuesto de importación a las materias primas, producto, semielaborados o intermedios, maquinarias, equipos y repuestos, envases y empaques y demás insumos que entren en la composición o el proceso de elaboración de sus productos.
Se excluyen los materiales de construcción, vehículos, mobiliarios, útiles de oficina y cualquier otro insumo que no se utilicen en el proceso de producción de la empresa, así como las materias primas, productos semielaborados o intermedios y demás insumos considerados como productos sensitivos para la economía nacional.
Además, se establece una deducción como gasto en la declaración de renta del primer año, del 100% del impuesto de la transferencia de bienes corporales muebles y prestaciones de servicios (Itbms) sobre las maquinarias, equipos y repuestos para estos, que sean utilizados en el proceso de transformación industrial de la industria alimentaria y/o no contribuyente.
Por otro lado se dispuso de un régimen de arrastre de pérdidas.
Esto quiere decir que las pérdidas que sufren las empresas que se acojan al régimen establecido en esta Ley en un periodo fiscal serán deducibles en los cinco periodos fiscales siguientes, a razón del 20% por año. Tales deducciones no podrán reducir en más del 50% la renta neta gravable del contribuyente en el año en que deduzca la cuota parte respectiva.
Las empresas agroindustriales y las industrias de manufactura podrán solicitar un CFI que les reconozca el 40% de las inversiones que realicen en las actividades de investigación y desarrollo señaladas en el artículo anterior.
Estas compañías podrán solicitar un CFI que les reconozca el 40% de las inversiones que realicen en actividades relacionadas con la puesta en marcha de sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad y de gestión medioambiental.
Las empresas que renuncien a los beneficios de la Renovación del Registro Oficial de la Industria Nacional y se inscriban en el nuevo Registro de la Industria Nacional podrán solicitar que se reconozcan las inversiones realizadas hasta el momento de la migración al nuevo registro.