Cuenca gana 11 mil hectáreas de bosque en 10 años, pero siguen latentes riesgos climáticos

Cuenca gana 11 mil hectáreas de bosque en 10 años, pero siguen latentes riesgos climáticos

Desde el año 2012 a 2022

La cuenca hidrográfica del Canal de Panamá ha ganado
11 mil hectáreas de bosque, a raíz de los programas de reforestación que terminan incidiendo en la caída de lluvia que se necesita para el paso de barcos y para abastecer el consumo humano. Aunque la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) advierte que los procesos de reforestación son bajos y afectan bosques remanentes, también alertan sobre riesgos, ante el crecimiento de las poblaciones dentro y en los límites del territorio. La zona de mayor expansión urbana del país es el área de Burunga, en Arraiján, y está precisamente dentro de la cuenca. Raúl Martínez, gerente de Manejo de Cuenca del Canal, precisó que la cuenca tiene 343,000 hectáreas y representa el 4.5% del territorio nacional. Allí viven cerca de 238,000 personas, según las cifras de 2020, que en su mayoría se dedican a actividades agrícolas y de ganadería controlada. Se trata de un territorio que cuenta con 460 lugares
poblados entre las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste, que políticamente se dividen en 5 distritos y 43 regimientos, lo que
define la cuenca como heterogénea y compleja, desde el
punto de vista administrativo. Martínez dijo que “el año pasado se alteraron aproximadamente unas 22 hectáreas de bosques secundarios… Son bosques fragmentados que se encuentran aislados, pero cuando hablamos de una pérdida de 22 hectáreas frente a más de
200,000 hectáreas de bosque, por supuesto estamos
en un territorio que a nivel nacional presenta unas condiciones de pérdida sumamente bajas”.

La ACP enfatiza en el hecho de que preservando las áreas protegidas se conserva la riqueza ambiental del país.

En este contexto, lo más importante es mantener el recurso del agua, que en estos momentos se ha convertido en “oro” líquido debido al cambio climático.
El actual déficit de lluvia sobre la cuenca hidrográfica del Canal ocupa el segundo lugar entre los más secos desde que inició el registro histórico. Los primeros meses de la temporada lluviosa 2023 (abril, mayo, junio) también
ocupan el segundo lugar entre lo más secos del registro histórico. Y debido a este déficit de lluvia prolongado, los acuíferos (fuentes subterráneas) se han deprimido. Por ende, el caudal de los ríos que alimentan a los embalses
Gatún y Alhajuela se mantienen extremadamente bajos. Desde el 8 de junio pasado, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica
(NOAA – por sus siglas en inglés) declaró el inicio de un evento El Niño, lo que reduce las probabilidades de que las lluvias superen el promedio en lo que resta de la temporada lluviosa 2023. Tales pronósticos ponen
en un estado crítico a las operaciones del Canal, que depende del agua dulce para el paso de barcos y también para abastecer a cerca de 2 millones de panameños. Entre los desafíos que se enfrentan en la cuenca, Martínez mencionó la expansión de los asentamientos humanos y la necesidad de hacerle frente a la variabilidad climática. De allí que explicó la importancia de seguir con los programas de protección de los bosques, manejo de residuos y monitoreo ambiental, además del apoyo a la producción sostenible, el
emprendimiento “verde” y la seguridad alimentaria en la
agricultura familiar. Hay mucho en juego. “El 41% de los mamíferos existentes en el país está en la cuenca. Hay bosques que no han sufrido alteraciones en los últimos 500 años, bosques maduros, viejos y por supuesto, con una biodiversidad extraordinaria”, dijo Martínez.

 

 

Fuente: Redacción La Prensa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con